El crimen de Puerto Hurraco fue un hecho criminal ocurrido en España en 1990, específicamente en el pueblo de Puerto Hurraco, en la provincia de Badajoz. El crimen tuvo un gran impacto social y mediático en su momento, debido a la naturaleza violenta y brutal de los hechos.
El 26 de agosto de 1990, los hermanos Emilio y Antonio Izquierdo, acompañados de dos amigos, José Dorado y José Antonio Rodríguez, decidieron vengarse de una discusión ocurrida días antes con la familia Cabanillas. Armados con escopetas de caza, se dirigieron a la casa de los Cabanillas y comenzaron un tiroteo indiscriminado.
Durante el tiroteo, murieron cinco miembros de la familia Cabanillas: Juan Manuel, Encarnación, Florinda, Manuela y José. Además, resultaron heridos de gravedad otros seis miembros de la familia, incluyendo mujeres y niños. La brutalidad del ataque y el hecho de que la mayoría de las víctimas fueran mujeres y niños causaron gran conmoción en la opinión pública.
Tras el crimen, los hermanos Izquierdo y sus compañeros huyeron a distintos lugares de España. Sin embargo, fueron capturados posteriormente y sometidos a juicio en 1991. Los hermanos Izquierdo fueron condenados a 684 años de prisión cada uno, mientras que José Dorado y José Antonio Rodríguez recibieron condenas de 48 y 51 años de prisión respectivamente.
El crimen de Puerto Hurraco se convirtió en un caso emblemático en España, debido a la dureza y crueldad del ataque. Además, generó debates sobre la necesidad de reformar la legislación penal y mejorar la seguridad en zonas rurales. Este caso continúa siendo recordado como uno de los crímenes más violentos y trágicos de la historia reciente de España.
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